¿Te cuesta levantarte por las mañanas para ir a trabajar? ¿Sientes que apenas te queda motivación para dar lo mejor de ti? ¿Tu empleo se ha convertido en una pesada carga?
Siento comunicarte, aunque probablemente ya lo sepas, que estás más quemado que la moto de un hippie.
Y es que llega un momento en el que estás tan desmotivado que nada te parece bien, incluso has perdido la objetividad. Las tareas que antes te encantaban ahora las haces por hacer, sin ningún tipo de ganas o ilusión.
No se si ya has comenzado a notar que tu compañía ya no está tan cotizada en la empresa, solo sabes hablar de trabajo, más bien solo sabes quejarte del trabajo. Ya no te ríes con tus compañeros, ya no disfrutas de su conversación, todo ha dado un giro de 180 grados, pero ha ocurrido tan paulatinamente que no te has dado ni cuenta.
Despierta.
Es el momento de cambiar esta situación. Necesitas volver a ser tú mismo y disfrutar de tu trabajo y de la vida.
¿Qué puedes hacer para dejar de estar quemado en el trabajo?
El primer paso es dejar de quejarte. La queja es negatividad pura y dura, solo te concentras en lo malo y no ves posibles soluciones.
Para que quede claro:
Es queja: tengo una reunión con el departamento de marketing, que coñazo… son unos impresentables..
No es queja: Tengo una reunión con el departamento de marketing, voy a cargar pilas porque a veces son complicadas y tengo que estar al 100%.
Es queja: mi jefe no hace nada, es un vago y me cae todo el trabajo a mi, estoy más harta…
No es queja: tengo más carga de trabajo porque mi jefe ha delegado demasiadas funciones en mí, tengo que hablar con él.
Lo primero que debes hacer es tomar conciencia de todas las veces que te quejas, seguro que te sorprenderás. Y una vez que ya tengas claro que eres un quejica empedernido es el momento de dejar este mal hábito.
Acostumbramos nuestro cuerpo al deporte y con nuestra mente pasa lo mismo, hay que acostumbrarla a no quejarse. Así que tu primer reto es pasar una semana entera sin quejarte.
Así poco a poco tu mente estará más positiva, preparada para tomar decisiones más acertadas.
Una vez que te hayas desintoxicado de las quejas es el momento de hacer un listado con todas las cosas que te gustan de tu trabajo actual y también otro con los aspectos que no te gustan.
Analiza cada aspecto negativo e intenta buscar posibles soluciones. Durante las siguientes semanas o incluso meses, lleva a cabo todas las acciones necesarias para arreglar aquellas cosas que te molestan.
Una vez pasado este tiempo, seguro que alguna situación has podido arreglar, así que de nuevo vuelve a hacer el listado con las cosas que te gustan y las que no de tu trabajo.
Con toda esta información, es el momento de hacerte la gran pregunta:
¿Quieres continuar en tu actual trabajo?
Si la respuesta es sí, a tope con esta decisión, siéntete feliz en tu trabajo porque es lo que de verdad quieres y tienes que ser consecuente.
Y si la respuesta es no, es momento de buscar otro empleo que encaje mejor contigo.
Y a ti, ¿Qué te ayuda a estar motivado en el trabajo? ¿cómo huyes de las quejas? Cuéntamelo más abajo, en el apartado de comentarios, me encantará conocer tu opinión.
Mantener la motivación es tarea difícil, pero todo depende del ambiente de trabajo en el que te encuentras, mi actividad, de un 90 por ciento en cuenta propia, el estar siempre motivado inclusive, para sortear obstáculos, entendiendo los como aprendizaje, es una cuestión personal innata, te agradezco a miss genes, aunque con esto no basta, pues hay épocas, y tareas, que dificultan mantener la motivación, qué hago, aprender de los demás qué hacen, cómo lo hacen, y en que mejorar, para evitar sortear, circunstancias difíciles, ahí fuera hay un mundo de gente, con mucho talento, generosa, qué aporta herramientas y conocimientos, para hacerte las cosas más fácil claro que para ello, hace tener actitud positiva,crear aprender , y dejarte asesorar.